
04 Jul 7 tecnologías disruptivas que dan solución a los retos del sector agroalimentario
Ahorro de costes, mayor rendimiento de cosechas, reducción de plagas, productos de mayor calidad, más seguros o maquinaria eficiente, son algunos de los beneficios que se consiguen mediante el uso de la tecnología en el sector agroalimentario.
En España, la industria agroalimentaria ya ocupa el cuarto puesto en valor de cifra de negocios dentro de la Unión Europea (10,9%), por detrás de Francia (19,5%), Alemania (16,9%) e Italia (13,3%), según el informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de la Comisión Europea sobre la economía de la cadena agroalimentaria.
Por eso, no resulta sorprendente la urgente necesidad, por parte de las organizaciones público-privadas, de digitalizar y modernizar el sector agroalimentario. Y es que solo de esta forma se puede lograr un aumento de la productividad agrícola, la trazabilidad de todo el ecosistema y la no dependencia a nivel mundial de terceros países.
Pero, ¿qué tecnologías encabezan la digitalización del sector agroalimentario?
Como decíamos, para un sector tan dependiente de las fluctuaciones del mercado, de la mano de obra, así como de otros factores imprevisibles a largo plazo como los meteorológicos; la aplicación de nuevas tecnologías disruptivas ha traído consigo múltiples ventajas que benefician desde a los agricultores, hasta a las industrias que procesan y distribuyen alimentos, y, por supuesto, al consumidor final.
Algunas de las tecnologías más usadas en el sector son:
- IOT: Entre las posibilidades que ofrece el IoT en la agricultura y ganadería, se encuentra la monitorización de cultivos y pastos, el control de la temperatura y la humedad en los almacenes, el seguimiento de la salud de los animales, la optimización del riego, el análisis de la calidad del suelo o la predicción de enfermedades en las plantas.
- Inteligencia Artificial: Mediante la IA se puede hacer un mantenimiento predictivo de la maquinaria que permita evitar paradas en la producción, alargar la vida de los dispositivos y reducir los productos defectuosos, ya sea dentro de una planta de tratamiento o en el propio cultivo. Esta tecnología también permite la automatización de procesos industriales y agrícolas y una logística autónoma mediante robots.
- Visión Artificial: La visión Artificial mejora los procesos de inspección en la industria alimentaria. Permite garantizar altos niveles de seguridad, trazabilidad y calidad de los productos, ya que es capaz de reconocer, al instante y de manera no invasiva, cualquier elemento que pueda comprometer la salud del consumidor o afectar a la calidad del producto final.
Por ejemplo, con las cámaras espectrales se logra identificar contaminantes que no podemos ver con nuestros ojos, sin que ninguna persona entre en contacto con el producto.
- Realidades mixtas: El uso de la RV, por ejemplo, permite formar agricultores mediante un training virtual que muestre cómo realizar diferentes tareas en explotaciones agrícolas. En cuanto a la Realidad Aumentada, junto al uso del 5G, permite a los agricultores recibir asistencia de un experto en remoto.
- Blockchain: Mediante la trazabilidad que aporta al proceso productivo y logístico, permite abordar algunos desafíos actuales como son la transparencia en toda la cadena de suministro, así como reducir el fraude alimentario y mejorar la seguridad alimentaria.
Es la única herramienta capaz de asegurar y registrar en tiempo real todos los procesos que siguen los alimentos, desde su elaboración hasta el consumo final, asegurando así el buen estado de los alimentos que consumimos.
Cadenas de supermercados como Walmart en 2018 empezaron a aplicar esta tecnología en 11.000 tiendas para controlar el movimiento de mercancías y garantizar la seguridad alimentaria.
Otras empresas también se han sumado al movimiento y, mediante un código QR, permiten a los consumidores conocer información sobre el producto desde el procesamiento, envasado y almacenaje, hasta la procedencia de cada uno de los ingredientes. La marca de jamones Navidul, por ejemplo, muestra al consumidor la granja donde se han criado los cerdos con una ubicación sobre el mapa.
- Drones: La aplicación de drones en el sector agroalimentario, los cuales funcionan con 5G, tiene múltiples funcionalidades: desde la gestión de cultivos, permitiendo determinar la necesidad de agua del cultivo y optimizar el riego de la explotación; la detección de enfermedades de las plantas, hasta la vigilancia del ganado y la búsqueda de bancos de pesca. Esta tecnología permite captar imágenes que pueden ser procesadas, analizadas e interpretadas en tiempo real, aportando información útil a la hora de tomar decisiones.
- GPS e imágenes satelitales: Mediante imágenes captadas por satélite los agricultores ya pueden monitorear los niveles de evapotranspiración en los cultivos y los cambios a lo largo de la temporada en el crecimiento de los campos, por ejemplo. Es decir, a través de Google Earth, Google Maps y Google Earth Engine, así como otras fuentes; los usuarios pueden ver, crear y analizar datos de imágenes para investigar mejor las tendencias de la tierra, los usos, el historial de gestión y mucho más.
En definitiva, las tecnologías digitales avanzadas permiten mejorar la eficiencia de los procesos, la calidad, sostenibilidad y la rentabilidad; fomentando así la competitividad y la transformación del sector para hacer frente a futuros retos.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Para aprovechar todo el potencial de la tecnología, primero es necesario superar los retos que plantea su adopción, como la falta de conocimientos especializados y formación por parte de los profesionales del sector, la necesidad de desarrollar protocolos comunes para el almacenamiento y la gestión de datos o la creación de soluciones que sean accesibles y fáciles de utilizar para todos los agentes involucrados.
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